Un día te levantas y descubres que nada tiene sentido, que caminas por inercia, haces todo impulsado por la costumbre, miles de preguntas rondan tu mente, sin importar cuán bello sea el día, dentro tuyo sólo ves neblina. La depresión es un estado de ánimo muy poderoso, es una reacción interna a estímulos del resto del mundo pero que apresa tu alma y no te deja respirar, ataca siempre cuando menos te lo esperas y hace que por lo que luchas, lo que era el centro de tu vida ahora sea una razón más para renegar de todo.
Más impresionante que su capacidad de nacer y crecer de una forma exponencial, es su capacidad para hacer sentir mal a las demás personas, la depresión es tuya pero tu actitud lastima a los demás, hasta tal punto to que incluso a las personas que más quieres puedes terminar hiriendolas de una manera muy fuerte.
Recuerda una sola cosa, siempre que estés triste estarás sólo, siempre estarás sólo, por lo que la voluntad de estar bien, solo t e pertenece a ti, ni amigos ni tu familia tomará esa decisión por ti. Como siempre, tu vida y tu bienestar están en tus manos, así que ánimo, lo peor que puedes hacer es desperdiciar un día de tu vida.